Extensión Cultural
La muestra que presento pretende reinterpretar la esencia de un Valparaíso anclado en la memoria, recomponer su particular universo a través de diferentes técnicas como aguafuertes, linograbados, ilustraciones y dibujos a tinta.
Valparaíso resiste, tanto en la memoria colectiva como en la particular, y es esa resistencia, la oposición al olvido, la que pervive en su riqueza cultural, en cada rincón de cada cerro, en sus añosos árboles y calles empedradas, pero también flota embriagadora sobre sus techos y paredes de calamina angosta, en amores perdidos y encontrados en bares improbables.
La historia del puerto, estrechamente ligada a la historia nacional, apretada como los abrazos bajo los faroles en plaza Echaurren, es de una riqueza viva, palpitante en sus calles, monumentos y emporios, pero también en sus centenares de relatos de épica privada, la vida privada de los porteños, construida como las casas en los cerros, apuntando hacia el cielo.
Ese material intangible, los ladrillos de la sublime vida portuaria, sedimento y barro para el amante del grabado y el dibujo, se pueden unir en un matrimonio entre la tinta y el papel, amalgamados por un nuevo imaginario, que resuma y funda en la prensa una nueva ciudad, la de los sueños del artista.