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La cuarta jornada en la Semana de la Psicopedagogía UVM se desarrolló este día jueves, donde se presentaron interesantes experiencias relacionadas con la atención del adulto mayor y el trabajo de psicopedagogos en el contexto socio-comunitario.
El primer tema fue abordado por la psicóloga clínica, Francisca Vílchez, especialista en gerontología, quien comenzó su presentación analizando las diversas definiciones de educación, destacando la de “educación informal”, señalando que ésta usa métodos y sistemas organizativos más flexibles, se interesa por categorías específicas de las personas y los propósitos son focalizados en los intereses del grupo.
También comentó sobre los prejuicios que tienen las personas sobre llegar a una edad avanzada, los que generalmente se relacionan sólo con pérdidas, los que genera hasta un cierto temor y evitación por asumir los cambios que el paso del tiempo va generando en cada uno, los que si embargo, tienen un valor enorme en la medida que se pueden significar de la manera adecuada y útil a las características del estilo de vida y entorno de cada adulto mayor, destacando que esta etapa se puede vivir de manera activa y en el desarrollo de las potencialidades personales.
Francisca realzó la importancia de considerar la necesidades e intereses de los adultos mayores antes de pensar en proponer talleres, los que muchas veces tienden a elaborarse sin considerar esto, en base a las creencias a priori de los profesionales a cargo y sólo orientados hacia aspectos cognitivos, cuando el impacto más significativo se obtiene al considerar los aspectos señalados.
La segunda parte de la jornada fue presentada por los psicopedagogos de Valdivia Daniela Rodríguez y Guillermo Cortés, quienes presentaron su experiencia en el contexto socio comunitario, donde trabajan junto a equipos interdisciplinarios con la comunidad, comentando que cobran relevancia las habilidades blandas en la proactividad y capacidad comunicativa, necesarias para contactarse y establecer una relación de confianza con las personas hacia quienes se orienta su acción psicopedagógica.
En este sentido, es muy importante que las y los psicopedagogos desarrollen su capacidad de observación de las necesidades del entorno, puedan diseñar proyectos a la medida de estas y tengan voluntad de tocar las puertas necesarias para poder llevarlos a cabo, lo cual esta mediado por una comunicación directa y en confianza con los equipos de trabajo.
También comentaron de la diferenciación de roles que se desarrollan con el psicólogo comunitario y trabajador social, donde el primero aborda más bien los aspectos emocionales, el segundo en conectar a las personas y familias con las redes y servicios, donde psicopedagogo por un lado orienta en los procesos de aprendizaje que requieren estas intervenciones, como en el apoyo de estrategias para los profesionales mencionados, configurándose una sinergia positiva donde cada uno suma en función de lo más importante, que son las personas y grupos atendidos.
Ambos momentos de la jornada se caracterizaron nuevamente por la activa participación de docentes, alumnos y titulados, quienes desarrollaron diálogos reflexivos que enriquecieron el análisis, generándose un sentido de comunidad académica de la carrera, donde cada día se amplían los conocimientos, se afianzan los lazos que nos vinculan como psicopedagogos y se proyectan nuevas maneras de cumplir un sueño compartido, como es una psicopedagogía el servicio de las personas para un mundo mejor.