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Pensar en la gravitaci贸n de las Pymes en t茅rminos de sue帽os de sus creadores (generaci贸n de empleos y de su aporte a la econom铆a regional) por cierto que es un tema que nos mantiene ocupados en estos tiempos de ambientes en extremo turbulentos para la actividad empresarial. Sin embargo, es importante tambi茅n reflexionar sobre la fragilidad de este sector de la actividad comercial.
En efecto, la creaci贸n de una Pyme generalmente obedece a la detecci贸n de una oportunidad de mercado, lo que unido con una fuerte dosis de entusiasmo y perseverancia se convierte en un productor de bienes o servicios de un nivel de demanda, que hace que sean- en el papel- sustentables en el tiempo. 
No obstante, todo lo positivo se帽alado anteriormente se complica cuando nos vemos enfrentados a situaciones de cambios significativos en la demanda de sus productos, en la promulgaci贸n de normativas legales impositivas o regulatorias y m谩s profundamente en situaciones como las que hoy vivimos en la contingencia nacional. Es aqu铆 donde aparece el fantasma de esta fragilidad, la que es generada por la precariedad de su estructura de funcionamiento, en materia comercial, tributaria, financiera, societaria e incluso legal, producto muchas veces de una cultura de informalidad o un escaso conocimiento y apoyo experto del que dispone un emprendedor para poder dimensionar lo que significa una empresa en marcha. Normalmente existe la percepci贸n que el gasto en este tipo de apoyo formal es prescindible o in煤til.
Pero lejos de ser un gasto prescindible, es una inversi贸n muy necesaria que puede generar un proceso de planificaci贸n- en los 谩mbitos se帽alados y el resguardo del esfuerzo desplegado- junto a la cautela del patrimonio y las fuentes de empleo generadas. Muchas veces una buena decisi贸n comercial puede tener impactos financieros, laborales o tributarios no calculados ni evidenciados por el empresario, de ah铆 la recomendaci贸n de contar con la asesor铆a adecuada antes de iniciar un emprendimiento.