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Frente a las movilizaciones sociales de estos últimos días, es necesario hacer puntos de reflexión que permitan tomar decisiones correctas con el fin de que todas las personas se vean incluidas en el desarrollo. En este contexto, la academia es un espacio fundamental para que los jóvenes puedan educarse, conocer, pero también debatir.
La discusión de cómo queremos el desarrollo también es importante y fundamental. Para el sector agrícola los eventos que han movilizado a la sociedad han puesto en el debate también al agua. El sector agrícola, a través de sus diferentes voces, ha puesto en valor lo que significa el agua no sólo para la agricultura de exportación, sino lo vital que es para la agricultura familiar campesina.
Ricardo Astorga
La contingencia se vuelve una oportunidad partiendo desde que nuestro país será sede de la COP 25 y la APEC. Ambas citas pondrán en valor lo que significa el agua y los conflictos que el acceso a ella ha generado.
No es sólo hablar de cambio climático, sino de la oportunidad que tenemos como sociedad de reducir el uso indiscriminado y la sobreexplotación de los recursos. Pero- tal vez- lo más importante sea de que tengamos una gobernanza democrática de acceso y uso del agua.
La destrucción de paradigmas y la reconstrucción de la forma de relacionarnos, son momentos de crecimiento para las sociedades y, en este sentido, el que estemos discutiendo las bases de nuestro modelo de desarrollo lo es también para el agua.
Pero no una discusión jurídica solamente, esta debe incluir a la academia, dirigentes campesinos, empresas agrícolas y todos aquellos actores que estamos en constante uso del agua. Por cierto, desde la academia hay opiniones y debate, estudiantes que están deseosos de aportar y temas de investigación que hacer, factores que serán insumos claves en un contexto de mayor justicia y equidad, y con una gobernanza que garantice el acceso, distribución y uso equilibrado de un recurso que hace ya mucho tiempo es escaso.