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Entre el sinnúmero de consecuencias, producto del estallido social y que han modificado nuestras rutinas diarias las últimas semanas, una que llama la atención es el blindaje de vitrinas que nos impide interactuar con los locales comerciales como se hacía antes de octubre.
Las tiendas se han escondido debajo de tablas de maderas, fierro y zinc, con el fin de protegerse frente a las protestas que se han realizado en el país. Claramente, esta no es la razón por la baja en las ventas que anuncia el retail para final de año, pero trata de un aspecto que sí influye en la disminución de la intención de compra.
El rol del diseñador en el montaje de vitrinas es atraer al público, seduciendo e invitándolo a soñar, por medio de una puesta en escena cautivante, donde se pone en valor productos y conceptos asociados a la marca, y que aparecen para despertar la autoimagen deseada del potencial cliente.
De esta manera se capta el interés y la curiosidad del consumidor, quien es invitado a ingresar al local, exponiéndolo al contacto con el vendedor y facilitando la entrega de información cara a cara sobre productos o servicios que incrementan la probabilidad de venta.
Un recurso que se vuelve indispensable ante este inesperado contexto es el ecommerce. Las tiendas análogas se encuentran en plena evolución debido al cambio en el comportamiento de compra, motivado por el mismo comercio digital. Este, se convierte hoy, en un tanque de oxígeno pues permite poner a los productos en contacto con los posibles interesados.
Las páginas de catálogos digitales cumplen un rol estratégico en un sitio web orientado al comercio. Éstas realizan una función similar a la vitrina, pues expone el producto en un entorno sugerente y permite una detallada explicación de sus características, sin necesidad de estar físicamente en el local.
Para que la experiencia ocurra, la plataforma requerirá de un diseño simple, intuitivo y, cuidado, una gráfica coherente con la identidad de la marca, acciones de apoyo capaces de impactar y dirigir a los prospectos deseados al sitio web y herramientas que faciliten el diálogo con la empresa. La articulación de estas dimensiones forma parte de las competencias propias de los diseñadores en la actualidad, por ello que en la carrera de Diseño de la UVM potenciamos este factor.
Hoy más que nunca el comercio debe incluir este canal de venta, ya que facilita la exhibición de productos, promociones y ofertas, incluso en tiempos inestables.