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La fundación “Pro Bono” es una institución sin fines de lucro que promueve y facilita el acceso igualitario a la justicia en favor de personas y grupos en situación de vulnerabilidad. En el marco de la novena edición del concurso “Desafío Pro Bono”, esta institución busca- mediante un concurso público- abordar diversas temáticas socio-jurídicas.
De los diecisiete proyectos postulantes a dicho concurso, uno fue adjudicado por tres estudiantes de la carrera de Derecho vespertino de la Escuela de Ciencias Jurídicas y Sociales de la UVM, quienes compitieron con sus pares provenientes de universidades de todo Chile y podrán ejecutar su iniciativa en conjunto con los estudios jurídicos asociados a la fundación.
“La nueva pandemia encubierta: violencia contra la mujer” es el nombre del proyecto que se adjudicaron las estudiantes Catalina Carvajal Foncea, Fernanda Bustos González y Ana María Durán Sepúlveda, el que tendrá una duración de seis meses.
Según relata Catalina Carvajal, de tercer año de Derecho vespertino, “el objetivo es fomentar el conocimiento y potenciar las herramientas de protecciones jurídicas en torno a la problemática de la violencia intrafamiliar en la comuna de Cartagena, perteneciente a la Región de Valparaíso”.
Para llevar a cabo el proyecto se han contactado con autoridades locales, cuentan con el apoyo de la municipalidad de la comuna y juntas vecinales, con el fin de ayudar a mujeres víctimas de violencia. El plan de acción contempla la implementación de redes sociales con contenido informativo sobre los pasos a seguir al momento de denunciar y qué hacer luego efectuada la denuncia.
Para Fernanda Bustos, quien también es estudiante de tercer año, “el ser mujer es justamente una de las motivaciones que nos llevó a querer plantear esta propuesta, puesto que todas nosotras en algún momento de nuestras vidas hemos sido víctimas de violencia contra la mujer, ya sea en el contexto de pareja íntima como también en cuanto a la violencia institucional, estructural y simbólica a la que todas las mujeres estamos expuestas”.
Bustos sostuvo además que “como estudiantes podemos aportar con estas gestiones en nuestra comunidad, consiguiendo fondos de investigación o de intervención, de modo de constituirnos progresivamente como agentes de cambio social desde los distintos roles que desempeñamos y, en este sentido, como mujeres estudiantes de derecho de la UVM podemos promover acciones que nos permitan ser un pequeño y humilde aporte a la comunidad, en especial, para poder ser parte de ese tejido social que permite a las mujeres sentirse comprendidas y apoyadas”.
Dentro de las metodologías seleccionadas por las estudiantes está la realización de capacitaciones remotas acerca de los distintos mecanismos para denunciar casos de violencia intrafamiliar, desarrollar material audiovisual y gráficos para incentivar la educación autónoma, a fin de canalizar las denuncias por parte de las usuarias y de quienes lo requieran.
Al respecto Ana María Durán, quien está en quinto de la carrera, valoró la instancia de participación indicando que “el sentir de mis compañeras y mío fue de una gran alegría el habernos adjudicado este proyecto, ya que siempre habíamos escuchado hablar de la Fundación Pro Bono y del gran trabajo que hacen junto a prestigiosos estudios jurídicos y el impacto que tiene en la sociedad el compromiso de los abogados y abogadas que trabajan en causas nobles. Tenemos la convicción de que proyectos como el nuestro tienen repercusiones positivas y es algo que aspiramos revitalizar, la función social que tiene el derecho y la potencialidad de generar cambios positivos para las personas”, puntualizó.