Javier Mier, académico de Odontología y Magíster de Gestión en Salud, afirma que este sistema tiene evidencia científica porque permite identificar y priorizar las necesidades de aprendizaje, utilizar conocimientos previos, evaluar la habilidad en la comprensión de conceptos, obtener destrezas en la recolección y ordenamiento de la información obtenida, desarrollar capacidad para resolver problemas, como también autoaprendizaje y auto evaluación.

¿Y en qué consiste el “Triple Salto”? Mier lo explica: “El primer salto es plantear el problema a través de un caso clínico. El segundo salto, es la búsqueda de información y resolución del caso y el tercer salto, la presentación del caso final con el diagnóstico y plan de tratamiento”.

Este examen que se dividió en 5 fases contó con un sorteo de  100 casos clínicos, entregándole un caso a cada estudiantes por orden alfabético. A partir de allí, tuvieron una semana para prepararse y presentarse ante la comisión evaluadora. “Los estudiantes presentaron el caso clínico durante 40 minutos, tiempo máximo, a través de un presentación de Power Point. Una vez finalizada la presentación, se dieron 20 minutos para preguntas (pauta de evaluación) por parte de la comisión examinadora. Luego, mientras la comisión examinadora delibera la nota, el estudiante realizó una autoevaluación de su cometido”, detalla el académico de Odontología.

La comisión estuvo conformada por 3 docentes plantas o variables afines al caso clínico. Si el estudiante no aprueba puede rendir el examen en 3 oportunidades, pero si vuelve a reprobar, deberá cursar el internado extramural en el semestre siguiente.

Los estudiantes han sido citado en grupos de tres, ya que se conformarán tres comisiones simultáneas para rendir el examen.