Frente a la epidemia generada por el Covid-19 aparecen o reaparecen preocupaciones y miedos ante a la posibilidad de contagiarse o contagiar a un ser querido, esto puede llegar incluso a temer a la muerte propia o de cercanos vulnerables, así lo detalla la coordinadora de la carrera de Psicología en la modalidad vespertino de la UVM, Andrea Palma, quien se refiere a los riesgos de la salud mental que corre la población al exponerse a un elevado índice de estrés.
“Habitualmente las respuestas al estrés se relacionan con el aprendizaje y madurez emocional, surgen como un mecanismo adaptativo frente a situaciones nuevas, inesperadas o problemáticas. El estrés, en su justa medida, nos motiva a la acción y luego genera una disminución de la tensión emocional”, indicó Palma.
Al respecto el propio Minsal señala que cuando una situación supera la capacidad de adaptación de la persona, significa que los mecanismos, no funcionaron del todo y, por lo tanto, la situación se transforma en un evento traumático que genera crisis y donde se rompe el equilibrio. Cuando esto ocurre, aparecen reacciones más o menos duraderas, con expresiones corporales y psicológicas que ya no son protectoras, sino que conducen a alteraciones emocionales de gravedad variable y, en algunos casos, a verdaderas enfermedades mentales.
Por su parte el Instituto de Salud Pública (IPS) precisa que, en el contexto de emergencias y desastres, se utiliza el concepto de estrés, como “una exigencia o demanda impuesta sobre el organismo que no puede ser dominada o controlada en un lapso razonable”.
En tanto la docente UVM, quien es experta en salud clínica, agrega que “la cuarentena, independiente de si hay o no contagiados en el núcleo de convivencia, se constituye en un gran estresor, esto si no se maneja adecuadamente. Es esperable que- en este contexto- aparezca ansiedad, mayor irritabilidad, sentimientos de frustración, rabia, pena, angustia, alteraciones de sueño, síntomas somáticos (colon irritable, cefaleas) entre otros. Es más, aquellas personas que estaban en tratamiento psicológico previo a la crisis, pueden agudizar su sintomatología o reactivar vivencias de traumas anteriores”, precisó Palma.
Por lo anterior, la académica además hace un llamado a preocuparse por la salud mental y describe algunas recomendaciones que hacen los organismos sanitarios internacionales como la OMS y la OPS.
Es importante aceptar la situación que estamos viviendo y validar las emociones que surgen. Esto nos ayuda a ser más flexibles, más tolerantes y aprender a generar estrategias innovadoras y creativas para lograr una mejor adaptación en tiempos de crisis.
El autocuidado es fundamental, para ello cultivar el bienestar, a través de pequeñas acciones en el día a día, permite enfrentar de manera más positiva la situación de aislamiento.
En los períodos en que se sienta abrumado (a), preste atención a sus propias necesidades y sentimientos. Ocúpese de actividades saludables que le gusten y que encuentre relajantes como música, ejercicios, lectura, manualidades, respiración, meditación, jardinería, revistas, juegos de mesa, ejercicios cognitivos, etc.
Incluso en las situaciones de aislamiento, trate en lo posible de mantener sus rutinas personales diarias (comida, sueño, descanso y trabajo) o cree otras nuevas. Los ambientes estructurados en situación de crisis, disminuye la ansiedad e irritabilidad y genera la sensación de estabilidad.
Realice ejercicio físico, esto permite liberar tensión, disminuir la ansiedad, mantener su estado de salud y, además, oxigena su cerebro. Evite la sensación de inmovilidad.
Evite el excesode cafeína, tabaco, alcohol y/u otras drogas como forma de lidiar con sus emociones o enfrentar la situación de aislamiento.
Si está con su familia, distribuyan flexiblemente los tiempos y espacios compartidos y personales, respetando rutinas y privilegiando- en los tiempos de descanso- actividades recreativas y lúdicas que afiancen la relación familiar.
Manténgase conectado con su red de apoyo, a través de las redes sociales (correo electrónico, videoconferencias y teléfono). Es la mejor manera de reducir la ansiedad y la sensación de soledad o el aburrimiento.
Busque actualizaciones de información sobre Covid-19 una o dos veces al día, a horas específicas. Infórmese sobre lo que en realidad está sucediendo, no escuche los rumores y utilice fuentes fidedignas de información. Esto puede ayudar a disminuir el miedo.
Minimice el tiempo que dedica a mirar, leer o escuchar noticias y evite ver series o películas que le causen ansiedad o angustia.
Solicitar ayuda profesional si lo requiere. La mayoría de los servicios y/o instituciones de salud han incorporado sistemas online para consultas, gestión de horas y acceso a atención psicológica o psiquiátrica. Salud Responde cuenta con profesionales de salud mental las 24 horas del día para atender consultas. (Fono 600 360 7777)