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La eficiencia en América Latina es un problema que se ha mantenido de manera prolongada a lo largo del tiempo. Ya en el año 2014, el Banco Interamericano de Desarrollo declaraba que tan sólo el gasto público en América Latina registraba ineficiencias de 4,4% del PIB.
Actualmente este problema se ve exacerbado por la pandemia, así lo explica Franco Salazar, director del Diplomado en Eficiencia Económica Financiera de la Universidad Viña del Mar (UVM), quien señala que “la situación de falta de eficiencia en el país- tanto en el sector privado como en el público- ha sido un impedimento para la correcta gestión del impacto del Covid-19 y ha mermado la posibilidad de que las personas y empresas tengan acceso al máximo bienestar posible”.
El economista agrega que “lo anterior lo hemos visto por ejemplo en los esfuerzos del Banco Central por ayudar a los pequeños empresarios, pero dada la complejidad de la negociación bancaria, esta ayuda no llegó cuando correspondía. En el sector público, los apoyos llegan, pero muy lento, es ahí cuando notamos una clara falta de eficiencia en ambos sectores”
Por su parte Víctor López, académico del mismo diplomado UVM, indica que este nuevo escenario plantea desafíos. “Desde la perspectiva de las finanzas, este nuevo orden abre una serie de oportunidades y amenazas a los distintos agentes de cada mercado, por lo que una administración financiera eficiente debe considerar estos factores en sus procesos de planificación, dirección, gestión y control financiero, de manera que se genere el proceso de creación de valor pues, en definitiva, mantenerse en esta época es sinónimo de crecer”.
En tanto la académica del programa, Gilda Celedón, entrega otra mirada desde su área, especificando que “el impacto de Covid-19 en las compañías está evolucionando rápidamente y modificando varios procesos contables. En la actualidad dichos procesos deben considerar el impacto de cómo los eventos de la pandemia pueden afectar sus informes financieros. Gran parte de la disrupción se presenta al cierre del período contable. En consecuencia, la contabilidad puede ser un elemento diferenciador para sortear los efectos del Covid -19, pues éste pasará, pero sus efectos perdurarán por más tiempo”.
Finalmente, el Dr. Nerio Villasmil, quien también forma parte de este diplomado, asevera que “la toma de decisiones en ambientes de incertidumbre, como la que estamos viviendo, abre la posibilidad a que aparezcan nuevos y mejores liderazgos, tanto en el mundo privado como en el púbico, ya que se trata de personas resilientes, que seguramente por su historia de vida, tienen una alta tolerancia a la frustración y se manejan muy bien en ambientes de inestabilidad, aportando al desarrollo empresarial y a nivel país”, concluyó.
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