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A menos de un mes que inicie la temporada invernal en nuestro país, las bajas temperaturas ya se dejaron sentir en gran parte de la Región de Valparaíso, especial en localidades al interior.
Las temperaturas vividas durante la semana pasada, llegando en sectores del interior a las -1 grados, son solo un aperitivo de lo pronosticado por la Dirección Meteorológica de Chile junto a la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi), quienes ya en abril pasado indicaron que este invierno será de “poca lluvia y bajas temperaturas”. Es ante este escenario que los calienta camas y guateros se transforman en un aliado para combatir frio.
Pero, ¿cuáles son los principales riesgos de estos artefactos tan comunes en los hogares chilenos? “Si bien es cierto los expertos dicen que no es común que estos calefactores fallen, pero existen una vida útil del artefacto, un trato de uso, la protección sobre corriente, y fijarse en las indicaciones del producto son señales que nos pueden evitar una tragedia. Estas mantas eléctricas se usan entre el colchón y las sábanas, una vez enchufadas a la corriente prometen dejar calentita la cama para así poder escapar del frío. Pero como todo artículo existen algunos que se niegan a usarlo debido al peligro que podría implicar” explica el jefe de carrera de Ingeniería en Prevención de Riesgos de la Universidad Viña del Mar, Boris Gary.
Asimismo, el especialista aportó que “los fabricantes garantizan seguridad en el producto argumentando que son a prueba de líquidos y cortes en la tela, ya que si los cables entran en contacto con agua el sistema de seguridad que traen hacen que el artículo se apague de forma inmediata. Si no poseen este sistema resultan ser peligrosos, es por esta razón se deben asegurar que cuenten con el sello SEC (Superintendencia de Electricidad y Combustible).
La SEC señala que los principales riesgos que se enfrentan los usuarios son “asociados al mal uso de estos productos. Si se siguen las instrucciones del fabricante, no debieran revestir un peligro para los ciudadanos. Pero si se hace un mal uso de ellos, nos exponemos a cortocircuitos, electrocuciones, sobre calentamiento y hasta incendios, como lamentablemente, hemos visto en inviernos anteriores, en nuestro país” explica Gary.
En términos generales agrega que “la principal exigencia que se solicita a la ciudadanía es no usarlos enchufados, ya que lo correcto es cargar estos equipos conectados a la red eléctrica, y una vez que la cama esté caliente, desenchufarlos. Del mismo modo, recomendamos seguir las indicaciones del fabricante, sobre todo para el guardado, ya que estos equipos tienen cables que, si se doblan en forma incorrecta, se pueden dañar”.
Sobre el uso de esta legendaria bolsa de agua caliente, que data de a mediados del siglo XIX, Gary es enfático en indicar que siempre se debe revisar las indicaciones del fabricante, en especial con la “adecuada forma de llenar y cerrar el guatero antes del uso”.
Junto a esto, afirma que “sin importar el grosor de la goma del guatero, nunca se debe usar en contacto directo con el cuerpo. El guatero debe envolverse con un género grueso y colocarse entre las frazadas, no entre las sábanas. Además, y algo que se hace muy comúnmente es, que no se debe echar el agua hirviendo directo al guatero, ya que es sumamente peligroso y dañar el interior de la bolsa de agua, acortando su vida útil”.
De forma preventiva, Gary explica que como usuario “siempre se debe verificar que la bolsa haya quedado bien cerrada al llenarla; compruébelo colocándola boca abajo unos segundos”. Esto además de impedir el contacto directo con la superficie caliente del guatero y renovarlo en cada temporada inverna ya que las sales y la temperatura del agua afectan la resistencia de los materiales.
“Cuando no se esté utilizando el guatero, hay que dejar drene completamente el líquido de su interior y guárdalo sin tapón en un lugar frío, seco y oscuro. No se debe exponer a la luz del sol, con esto evitamos debilitar el material” concluyó Boris Gary, ingeniero en prevención de riesgo.