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El proyecto de rescate paleontológico de Mina La Niña tiene como fin obtener una muestra representativa de la paleofauna fósil encontrada en afloramientos de coquina y en tres bochones extraídos que contienen segmentos óseos de un cetáceo misticeto provenientes de la Mina la Niña ubicada en Tongoy.
La investigación cuenta con el financiamiento de Minera El Melón S.A. y el apoyo de la Universidad Viña del Mar, lo anterior amparado en Convenio y resolución de la autoridad competente (Ord. CMN 1144/16). Esta instancia ha permitido a los estudiantes de la carrera de Ingeniería Civil en Minas potenciar su experiencia en las cátedras de Geología General y Estructural, Petrografía y Mineralogía a través del desarrollo de un proyecto con impacto real en la minería. Este tipo de acciones pueden ser parte de actividades integrales en la universidad para este tipo de servicios a la comunidad, específicamente en Mina La Niña de Cementos Melón, según declara Guillermo Uribe, Jefe de Carrera de Ingeniería Civil en Minas.
El proyecto ya está llegando a su fase final de financiamiento por parte de la minera. No obstante lo anterior, durante la segunda semana de enero, se decidió abrir una línea de trabajo de continuidad para el trabajo de proyecto de título del estudiante de la carrera de Tecnología Médica Gonzalo Paredes liderados por la profesora Pamela Illescas y el equipo de tomografía de la UVM.
Para lo anterior, se realizó un operativo para el desarrollo de una secuencia tomográfica en los laboratorio de la Universidad, así los fósiles obtenidos de los bochones en resguardo en el laboratorio de minería de la UVM fueron llevados a las instalaciones donde se encuentra el equipo tomográfico. El estudiante tesista Gonzalo Paredes indica que este es un trabajo inédito que podría abrir mejores perspectivas para la identificación de especies al compararlas mediante una imagen dinámica 3d y sus secciones. De este modo, parte de trabajo se constituirá como un material clave en los resultados finales del trabajo.
Cabe señalar que el descubrimiento data del año 2015 y consisten en fósiles de origen marino entre los que se destacan restos de un Cetáceo atribuibles a la secuencia sedimentaria de Edad Mioceno-Plioceno. Estos son actividades de vinculación con el medio que demandan una articulación significativa de capacidades entre academia y empresa.