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La taekwondista Fernanda Aguirre, estudiante de la carrera de Entrenador Deportivo de la Universidad Viña del Mar (UVM) se convirtió en la segunda mujer representante de su disciplina en clasificar a la cita de los anillos. Cabe recordar que esta joven deportista ya ha hecho historia, pues junto con clasificar a la cita deportiva más importante del planeta, la viñamarina es la segunda deportista chilena en conseguir medalla en los Juegos Olímpicos Universitarios (Universiadas) en el año 2019 en Nápoles, luego de seis largos años que Chile no subía al podio, tras la medalla de bronce de la atleta Natalia Duco en Rusia 2013.
Fruto de años esfuerzo y dedicación en el taekwondo, Fernanda Aguirre logró un cupo para Tokio 2021, luego de dos grandes triunfos internacionales en los últimos años. En 2018 obtuvo el tercer lugar en el Campeonato Panamericano de Spokane en EE.UU, colgándose al año siguiente (2019) la medalla de bronce en los Juegos Panamericanos de Lima, Perú.
A lo largo del tiempo, Chile ha tenido la posibilidad de tener a varios deportistas de alto rendimiento representando el país en la junta más importante del deporte, siendo cada clasificación producto de la disciplina y constancia de los seleccionados. Sin embargo, existe un denominador común en cada uno de ellos, todos requieren de apoyos para sacar adelante su carrera deportiva y en el caso de Fernanda Aguirre, estos aportes han permitido que ella se prepare para Tokio en la misma ciudad donde vive.
Según señala la deportista hacer su proceso de preparación en Viña del Mar le ha permitido poder estar cerca de su familia y sentirse acompañada día a día. “Estoy muy feliz poder entrenar en casa, la UVM que me ha dado todas las posibilidades para entrenar en el campus Rodelillo y junto con eso poder seguir respondiendo académicamente con mis ramos. Esto es un sueño porque el disponer del complejo deportivo de la universidad para mis entrenamientos hizo que pudiera contar con las mismas condiciones que existen en Santiago, pero con la diferencia que son exclusivamente para ti, por lo que estoy muy agradecida”.
En relación con los aportes económicos, Aguirre asevera que “la universidad no solamente me dispuso la infraestructura, sino que también ha gestionado que empresas nos apoyen financieramente. Se ha generado un círculo virtuoso, ya que hoy cuento con recursos aportados por titulados de mi propia casa de estudios lo que me honra profundamente porque ellos han querido ser parte de mi proceso de preparación de cara a mis primeros Juegos Olímpicos y agradezco enormemente que confíen en mí porque en Tokio dejaré todo en el tatami para conseguir una medalla”.
Al respecto uno de los empresarios, Mario Sierra, explicó la motivación de hacerse parte del proceso de preparación de la joven estudiante indicando que «estamos súper contentos de poder a apoyar a Fernanda, como ex alumnos también es un orgullo poder sentirnos parte aún de la universidad que nos formó como profesionales íntegros con un sello especial en lo social, por lo tanto cuando supimos del caso de ella no dudamos en sumarnos y aportar para que ella nos pueda representar con todo lo que necesita un deportista de alto rendimiento y, de esta forma, acortar las brechas entre los deportistas de países desarrollados y nuestros talentos porque en Chile hay muchos, el problema es el escaso apoyo», sostuvo.
En tanto el jefe de Comunidad Profesionales y Graduados, Daniel Tello, agregó «nuestra función como área es mantener la vinculación permanente con nuestros titulados y que hoy dos ex alumnos quieran participar y apoyar a una de nuestra deportista destacada nos llena de orgullo porque se forma aquí un circulo virtuoso en el que estamos trabajando».
Esta casa de estudios junto con habilitar y disponer el complejo deportivo del Campus Rodelillo para la preparación olímpica de la estudiante adquirió una máquina elíptica para que la alumna pueda realizar ejercicios con bajo impacto durante el plan de entrenamiento diseñado para los JJOO. Dicha adquisición se realizó a través de la Dirección de Operaciones a cargo de Maritza Lazzari, quien se refirió a la importancia de mantener los recintos adaptados a la necesidades de los estudiantes. «Como UVM el deporte forma parte de un eje transversal, por esta razón entendemos que todas las unidades debemos trabajar en función de eso y desde cada área aportar para que todos nuestros estudiantes y, en especial, nuestros talentos deportivos cuenten con las maquinarias necesarias para desarrollar sus disciplinas», comentó.
Por su parte el rector, Carlos Isaac Pályi agregó que «para nosotros como institución nos llena de orgullo contar con 230 deportistas que compiten en el nivel del alto rendimiento y que además tengamos dos clasificadas a los JJOO, que son los casos de Fernanda Aguirre y de María José Mailliard, pero nos pone aún más contentos saber que nuestros titulados siguen vinculados y comprometidos con su universidad, haciéndose parte del proceso de una de nuestras alumna, esto es muy gratificante y es un ejemplo porque demuestra que los valores UVM entregados durante la formación siguen intactos».
Producto de la pandemia, la deportista que pertenece al programa Promesas Chile (nivel avanzado) no ha podido participar en competencias internacionales, siendo una preocupación para el cuerpo técnico mantener el nivel competitivo de la taekwondista. “Fernanda debe tener competencias previas como lo están haciendo las representantes de otros países, por lo que participará de un panamericano específico de la disciplina y un open, ambos próximos a realizarse en México, siendo esto lo único que se ha hecho en materia de taekwondo para la región (América) previo a los olímpicos de Tokio, lo que se transforma en una antesala importante”, sostuvo su entrenador José Zapata.
Las justas continentales se realizarán del 2 al 4 de junio y el México Open del 5 al 7 del mismo mes, instancia en la que la chilena busca subirse al podio para conseguir una medalla que le permita soñar con la presea olímpica.