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El pasado 21 de abril, la carrera de Trabajo Social UVM realizó la presentación del libro «Sociología de la masacre: la producción social de la violencia» del destacado sociólogo chileno Manuel Guerrero Antequera, la cual contó con la participación de cerca de 50 personas, entre estudiantes y docentes de la Escuela de Ciencias Jurídicas y Sociales, como también de académicos/as de otras universidades y público en general, quienes pudieron reflexionar, dialogar y compartir con el autor a partir de su experiencia de escritura.
En la actividad, desarrollada en el Campus Miraflores, participaron además del autor; la Mg. María Cecilia Coloma jefa del CEPS UVM y la Mg. Luisa Castaldi de la PUCV; junto al Mg. Mario Catalán Catalán de UVM, quien ofició de moderador. Y se enmarcó en la asignatura de Ética del Trabajo Social de la carrera de Trabajo Social y en la celebración del Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor establecido por Unesco, además, desde la organización comentaron que fue como «una forma de Conmemoración los 50 años en Chile del Golpe de Estado Cívico-Militar que mantuvo a nuestro país durante 16 años en Dictadura. Esta conmemoración, en el contexto latinoamericano, es coincidente con los 50 años del Golpe de Estado en Uruguay y los 40 años de retorno de la democracia en Argentina» y además agregaron que , «por lo anterior, abordar la producción social de la violencia, asociada a la memoria, los derechos humanos y la democracia se vuelve relevante para la formación profesional con componentes ético-políticos en la construcción de sociedades que garanticen políticas reparación ante los traumas sociohistóricos y políticos que configuran las formas de relación que la ciudadanía ha construido».
Al respecto del encuentro, el autor Manuel Guerrero comentó que «me siento muy honrado de haber participado en esta actividad organizada por la carrera de Trabajo Social y la asignatura de Ética del Trabajo Social de Trabajo Social de la Universidad Viña del Mar en la que me permitieron exponer junto a dos comentaristas muy importantes, reflexiones sobre la dinámica de la violencia, cuando ésta se desata y toma ribetes aniquilatorios como ocurre en el caso de los genocidios o de cambiar el comportamiento de grandes poblaciones a partir del uso de la violencia o de la amenaza de ella, como ocurre en los terrorismos de Estado» y agregó que «pensar la dinámica de la violencia, no solamente de la figura del perpetrador y la víctima. Esto a 50 años del Golpe Militar, me parece que es muy relevante. Especialmente para iluminar ese espacio intermedio de la población que no participa a tiempo completo del conflicto, sin embargo, tiene que posicionarse frente a la violencia, ésta genera sus propios contextos de acción, va modulando la identidad de las personas y es por eso que se debe intentar anticipar, prevenirla, y una vez que ocurre, detenerla, modularla».
Así mismo, en relación a las acciones desarrolladas por el trabajo social, en el contexto de dictadura, Guerrero señaló que «el papel que cumplieron de forma muy valiente y profesionalmente muy competente trabajadoras sociales, a una semana de ocurrido el Golpe del 11 de septiembre, se constituye el Comité de Pro Paz, y junto a abogados muy jóvenes, junto a religiosos, laicos y personas provenientes de distintas sensibilidades políticas e ideológicas, un grupo de profesionales, con un rol muy destacado de las trabajadoras sociales, comenzaron a hacer un registro de la dinámica de la violencia. A denunciarlo. A mostrarlo internacionalmente. Pero no sólo eso, desde el trabajo social y la reconceptualización que se había vivido antes, las trabajadoras sociales, tenían un bagaje profesional que ayudó a contener a las víctimas de la violencia, a darles contención, pero también, organizar bolsas de trabajo, trabajo cultural. Ellas son las que ayudan a formar las primeras agrupaciones de familiares de detenidos desaparecidos, por ejemplo, de ejecutados políticos. Y en un trabajo colaborativo a lo largo de todo Chile. Gracias a ese trabajo, es que, de alguna medida, en Chile el número de víctimas, se pudo contener y el número de víctimas en Chile, es distinto a otros procesos similares en el cono sur».
Guerrero, respecto de la situación de nuestra sociedad actual, manifestó que «hoy día, cuando también la violencia se atraviesa en nuestra sociedad, vale la pena preguntarse por el rol de la población y podemos buscar inspiración en aquellas trabajadoras sociales, en el trabajo social hoy, que pueden continuar en una ética que se hace parte de la construcción de conductas prosociales para una convivencia pacífica y la resolución democrática de los conflictos».
Finalmente concluyó sus palabras expresando que «me parece que este espacio de conversación y reflexión que tuvimos en la UVM, permiten poner estas conversaciones en común, además de la comunidad de forma muy activa. Estoy muy agradecido por esta actividad».
Revisa la carrera de Trabajo Social