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La Universidad Viña del Mar y la Ilustre Municipalidad de Papudo unieron fuerzas para desarrollar los Trabajos Voluntarios de Invierno, donde un equipo multidisciplinario de estudiantes de la universidad colaboró en la mejora de las instalaciones de la Escuela Rural Pullally y la plaza del Barrio Santa Inés, en la comuna de Papudo.
La actividad comenzó el martes 2 de julio en el Campus Recreo de la UVM, donde se dio el punto de partida a esta destacada iniciativa. Durante tres días, los participantes dedicaron su tiempo y esfuerzo para embellecer el patio de la escuela, la multicancha y la plaza del barrio, demostrando así su compromiso con la comunidad.
En esta ocasión, se contó con la participación de un grupo diverso de voluntarios, conformado por estudiantes de intercambio internacional, de pregrado de variadas disciplinas y también, egresados UVM, quienes fueron guiados por la carrera de Ingeniería en Construcción, a través del destacado rol del jefe de carrera, Erick Reiser y los de académicos Miguel Vera y Javiera Pérez.
Cabe destacar que la diversidad entre estudiantes, docentes y titulados, enriqueció la dinámica del voluntariado y fortaleció el impacto de las acciones realizadas. Entre las participantes, María Patricia Fierro, comentó que “mi experiencia profesional siempre ha estado ligada al trabajo con personas mayores, niños y niñas y familias en general, desde la educación formal en dirigencias sociales, por lo que la instancia de participar en este voluntariado cumplía con los criterios que guían mi vida. En principio no sabía cuántas personas tituladas participarían, pero igualmente tenía las ganas de vivir una experiencia por y para las personas”, destacó la titulada de Trabajo Social Vespertino del año 2019.
Respecto a lo que se vivieron en estas jornadas, el estudiante de Ingeniería en Construcción y presidente de la agrupación de voluntariado “Fuerza Social UVM”, Roberto Sepúlveda, rescató que “iba con muchas expectativas de pasarlo bien y conocer gente de la misma universidad, que de no ser por el voluntariado no habría conocido jamás. Ya había ido a muchos voluntariados antes y siempre se pasa muy genial”. Consultado sobre si recomendaría a otros estudiantes participar en voluntariados de este tipo destacó que “obvio que sí, está más que recomendada la experiencia que se disfruta en los voluntariados, ojalá más gente se interesase porque estoy seguro de que no se van a arrepentir”.
El trabajo voluntario no sólo contribuye al bienestar de los estudiantes de la escuela, sino que también fortalece los lazos entre la universidad y la comuna de Papudo, con la cual UVM mantiene un convenio de colaboración mutua, fundamental para el desarrollo sostenible de la región y de la universidad. Los estudiantes fueron más allá de las mejoras en las instalaciones y organizaron una “Jornada de Cine” para los niños de la escuela y del barrio, gracias a la coordinación con las autoridades locales. Esta actividad brindó a las familias del sector un espacio seguro y sano para disfrutar de una película, acompañada de las clásicas palomitas.
Por su parte, el director de Desarrollo Estudiantil y Exalumnos, Daniel Tello Bahamondez destacó también que “participar por segundo año consecutivo en esta iniciativa de vinculación con el territorio, más aún descentralizando el trabajo fuera de la comuna de Viña del Mar y generando espacios de interacción con habitantes del sector de Papudo, nos entrega reales oportunidades de vivir la vida estudiantil fuera de las aulas. Como institución académica no podemos estar ajenos a ciertas necesidades que tienen las comunidades y mediante nuestro voluntariado buscamos ser un aporte real, que pone en práctica las capacidades de nuestros estudiantes potenciando habilidades de liderazgo y voluntariado”.
Desde Relacionamiento y Vida Estudiantil relevaron que “el compromiso y la dedicación de los estudiantes de la Universidad Viña del Mar en este proyecto de voluntariado de invierno son un ejemplo inspirador de cómo la juventud puede marcar la diferencia en su entorno. En complemento de lo anterior, también se desarrolló una jornada de servicios veterinarios para animales mayores, la cual fue ejecutada por la Escuela de Ciencias Agrícolas y Veterinarias, a cargo del docente Raúl Cabello, junto con estudiantes de la carrera de Medicina Veterinaria, quienes pudieron ayudar a decenas de caballos del sector rural de Pullally”.
Este voluntariado demuestra que su labor no solo mejora las condiciones físicas de la escuela o plaza del barrio en particular, sino que también deja una huella positiva en la comunidad, animales, y familiar en general, sino que también impacta positivamente en los mismos voluntarios participantes y sus familias, promoviendo valores de solidaridad y colaboración.
