Programa Integral de Cuidados Región de Valparaíso

Chile envejece

Lo que en países con mayor nivel de desarrollo tardó más de un siglo, en Chile se alcanzó en apenas 30 años: uno de cada cinco habitantes de nuestro país es mayor de sesenta años.

La esperanza de vida al nacer es una de las más altas del mundo, superando incluso a países cuyo ingreso per cápita es tres veces superior; la fecundidad disminuye a una cifra que no alcanza ni siquiera para mantener el número de la población: 1,3 hijos por mujer.

No hay duda: Chile envejece y la Región de Valparaíso es la más envejecida, alcanzando en el borde costero sur porcentajes superiores a la cuarta parte de sus habitantes mayor de sesenta años.

Aunque no es una condición sine qua non, el proceso de envejecimiento ha acarreado también un aumento importante de quienes presentan algún nivel de deterioro, muchas de ellas postradas, en situación de dependencia severa. Esta cifra, proyectada en el tiempo, amenaza con alcanzar un número aproximado a 18 mil personas mayores en dependencia severa, solamente en nuestra región.

¿Cómo hacer para dar mejor calidad de vida? La necesidad de un sistema de cuidados se hace evidente y urgente, más aún si consideramos que las personas dependientes en su casi totalidad solamente cuentan con el apoyo de su propio entorno familiar, donde muchas veces encontramos a personas mayores cuidando a personas mayores, a enfermos cuidando enfermos, deteriorando su propia calidad de vida y renunciando, casi todas, a sus proyectos de vida para dedicarse sólo a esta labor. El cuidado, una tarea invisibilizada, feminizada y no reconocida, requiere también cuidado.

El Programa Integral de Cuidados para Personas Mayores de la Región de Valparaíso, en convenio del Gobierno Regional y la Universidad Viña del Mar (UVM), procura dar un primer y gran paso en la conformación de un sistema de cuidados: formar 1000 cuidadores o cuidadoras en las treinta y seis comunas continentales de la región, en un plazo de dos años. Entregarles las herramientas que generen las competencias necesarias para el buen desempeño y para evitar que su necesaria labor termine también en el deterioro de quien cuida.

Completamos el primer año de trabajo, hemos cubierto ya dieciséis comunas de todas las provincias del Valparaíso continental. Hemos avanzado al ritmo que nos propusimos y hemos cosechado grandes alegrías, gratitud y emociones.

Chile envejece, nosotros lo cuidamos.

El envejecimiento acelerado. Una profunda transformación demográfica

El envejecimiento acelerado en el país y en nuestra región se ha convertido, cada día más, en un gravísimo problema humano y social.  Las cifras son más que expresivas: mientras el porcentaje de Personas Adultas Mayores (PAM) respecto a su población en Chile es de 19,3%, en la región de Valparaíso es de 23,3%; en el Quisco es de 26,6% y en El Tabo es de 27%.  Hoy en la región tenemos 425.883 PAM, y se proyecta que en el 2027 habría 500.794 y que en el 2032 podrían alcanzar 565.636.

Este impresionante crecimiento del envejecimiento trae consigo el natural incremento de personas mayores no autovalentes, y con ello una secuela de lógicas y graves dificultades. Esta nueva y crítica situación, que la pandemia agudizó y de la que normalmente deben hacerse cargo las familias, especialmente las mujeres, impacta con mucha fuerza sobre todo en los hogares más humildes.

Si los datos anteriores se confrontan con el hecho de que el sistema de educación pública en la región se encuentra formando solamente 46 estudiantes en el tema de cuidados, de los cuales cada año egresa solamente la mitad, es posible visualizar con claridad, por un lado, la gravedad y urgencia del problema, y por otro, la importancia y trascendencia de un programa inédito y pionero a nivel regional y nacional que se propone formar en dos años mil cuidadores.

El envejecimiento, es decir el aumento en la proporción de las personas mayores de 60 años respecto al total de la población, es un fenómeno reciente, que en Chile se ha desarrollado con una inusitada rapidez: en tanto Europa demoró casi un siglo y medio, en nuestro país sólo tardó poco más de 20 años.  Se considera internacionalmente sociedades envejecidas aquellas que tienen más adultos mayores que niños y en 2018, por primera vez en la historia, las personas de 65 años o más superaron en número a los niños menores de cinco años en todo el mundo.

Programa Integral de cuidados para personas mayores Región de Valparaíso

El Programa Integral de cuidados Región de Valparaíso es una iniciativa financiada por el gobierno regional y ejecutada por la Universidad Viña del Mar, que se propone en el plazo de dos años formar 1000 cuidadores de adultos mayores en las 36 comunas de la región.

Junto a la capacitación, el objetivo estratégico del programa es prepararlas condiciones para convertirse en la fase inicial de una política pública que contribuya a dar respuesta integral y sistemática a la dramática realidad que representa el aumento de las personas mayores en situación de dependencia moderada y severa, según medición de Barthel.

En concreto, los otros componente del programa apuntan a  levantar información y mantener conocimiento actualizado sobre la situación de personas adultas mayores con dependencias de las comunas y provincias de la región de Valparaíso; articular una Red de servicios locales para la puesta en marcha de un Plan de trabajo de corto y mediano plazo con indicadores de resultados; y mejorar las condiciones de empleabilidad de las personas que cuidan a personas mayores con dependencia severa y moderada, mediante capacitación y certificación de sus tareas de cuidado.

Una historia que marca diferencia

Este Programa tiene una particularidad que es ineludible destacar: en su origen y desarrollo, este programa condensa profundas experiencias de vida de las personas e instituciones que lo han venido construyendo y gestionando desde hace muchos años. Para ellas, el tema de los adultos mayores y toda la problemática humana y social que representa, constituye no sólo el centro de su actividad profesional y pública, sino un objeto de vida. Todo lo cual le aporta una riqueza humana y profesional que le permite ir más allá de probadas competencias profesionales, docentes e institucionales, para alcanzar una integralidad técnica y humana que traspasa todos los ámbitos de la gestión, y que se manifiesta como una impronta indeleble en la formación de las cuidadoras. En ellas resalta de manera conmovedora, tal como lo expresan en cada una de sus declaraciones, el compromiso con las personas cuidadas, con su profesión, con ella mismas y con su comunidad.

Universidad Viña del Mar: regionalista y con vocación de inclusión

Las complejas consecuencias derivadas de esta profunda transformación demográfica llevaron a la Universidad Viña del Mar (UVM) a crear el Programa Universidad del Adulto Mayor (UDAM), y a que, en el año 2015, abriera una línea de formación de cuidadoras.

Las experiencias profesionales y académicas alcanzadas en todos esos años, sumada a la preocupación y al trabajo de las autoridades regionales, permitió construir una propuesta que llevó al CORE a aprobar el significativo aporte de 799 millones para su financiamiento.

De esta manera se materializaba el sello regionalista y de inclusión de nuestra universidad. Con motivo de esta adjudicación, nuestro rector, Carlos Isaac Pályi, declaró lo siguiente:

Más allá de que la Gobernación nos haya adjudicado el proyecto, éste es un reconocimiento al trabajo que ha venido haciendo la universidad, de años atrás, en la preparación de las cuidadoras. Este es un proyecto que tiene gran impacto social, muy importante para la región, porque además es un aporte al desarrollo económico de muchas familias, y por tanto, tiene múltiples impactos.
Al cumplirse un año de la puesta en marcha del programa, el rector ha reafirmado en sus intervenciones la vocación inclusiva de nuestra universidad, declarando enfáticamente que entiende el Programa Integral de Cuidados no como un simple proyecto, sino como “la más palpable declaración de nuestros compromisos con la comunidad”; que nuestro trabajo en terreno no es sólo el entregar o transmitir conocimientos sino, sobre todo,  generar una interacción entre los conocimientos que aportamos y la experiencia que han construido las personas durante años, lo que enriquecerá o creará nuevos conocimientos, ya que “una universidad regional, es como un puente entre la teoría y la realidad, entre la educación y las necesidades reales de la comunidad.

Tomado del discurso del rector UVM Carlos Isaac Pályi, en la ceremonia de la Cuenta Pública 2022-2023